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ARS: PARROQUIA VIRTUAL

Ignacio de Loyola

Hoy celebra la Iglesia la fiesta del hombre más grande de los vascos. Comenzó hablando con los hombres y con Dios en euskera y heredó de su pueblo la lealtad, el sentido del honor, la parquedad en las palabras, el realismo, el esfuerzo perseverante y la fe cristiana. En su  grandeza personal y en la fe cristiana aprendió a ser hombre universal, libre de mezquindades y pasiones. Me refiero a San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.

En la corte conoció el mundo, por cuyas grandezas suspiraba, en Pamplona aprendió a servir a mejor Señor, en la cueva de Manresa habló con Dios y encontró el rumbo definitivo de su vida. Ardiendo en amor a Dios y a la Iglesia quiso peregrinar a Jerusalén, reclutó sus primeros compañeros en la Sorbona de París y fundó en Roma la Compañía de Jesús para mejor servir a la Iglesia. Su lema fue «en todo amar y servir», amar a todos y servir al rey eterno y a su Iglesia. Sus seguidores, comúnmente llamaos por el pueblo cristiano jesuitas, llevan cuatro siglos «sintiendo con la Iglesia«, como quería San Ignacio. Que desde el cielo les dispense generosa protección.

Pidamos hoy a Dios por intercesión de San Ignacio, por este vasco universal, que conceda a su tierra vascongada la visión que él tuvo del mundo.

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